Los edificios donde vivimos no son eternos y sufren el paso de los años, al igual que los coches. En Euskadi, casi la mitad de los inmuebles de uso residencial son anteriores a 1980. en un estado deficiente o malo. Al ser tan antiguos, su consumo energético es brutal y en la mayoría de edificios su Certificación de Eficiencia Energética tienen una calificación E, F y G, o sea, las peores.
Por eso, desde la red EOSkadi impulsada por la asociación ConpyBasque, nos preocupamos por las reformas de las comunidades de propietarios. Existen muchos casos de ITE (Inspección Técnica de Edificios) desfavorables que requieren actuar ya en algunos aspectos de fachada, en patios, retejar cubierta… Así, desde la asociación ConpyBasque con la iniciativa EOSkadi, planteamos hacer una mejora radical del edificio y ponerle al día en términos de eficiencia energética y de otros aspectos de sostenibilidad y accesibilidad.
Renovar toda la fachada y la cubierta y cambiar la caldera antigua de gasóleo por una aerotermia centralizada para calentar los hogares y para el agua caliente apoyada con placas solares fotovoltaicas vemos que es la solución definitiva.
Las obras que no hagamos hoy, tendremos que hacerlas mañana y a día de hoy hay ayudas por parte de los Ayuntamientos, de la Comunidad Autónoma, del EVE y sobre todo con los famosos fondos Next Generation. Si hacemos números, las reparaciones y parches mínimos imprescindibles son equivalentes a las obras mayores que tendremos que hacer en el tiempo y que junto con el ahorro energético nos salen los números.
Estamos en un momento de «zanahoria» que hay que aprovechar antes de que venga «el palo y la pandereta» puesto que la eficiencia energética será una de esas cosas que será obligatoria. Cuanto antes nos planteamos ese camino, mejor.